Por: Álvaro Ramírez González.
Donald Trump ha ganado de forma aplastante, abrumadora e indiscutible.
Sera el próximo presidente de los Estados Unidos, mientras el Partido Republicano controla el Senado y el Congreso, tras dominar también el Tribunal Supremo.
Los electores norteamericanos le han dado a Trump un mandato inequívoco para corregir ese rumbo hacia la catástrofe social y económica, hacia el que se dirigía ese gran país.
Cuadragésimo séptimo (47) presidente que regresa a la Casa Blanca tras obtener con creces los 270 compromisarios después de derribar los feudos azules en Pensilvania, Wisconsin y Michigan, donde los obreros tradicionalmente demócratas, han cambiado de bando presagio de lo que ya pasa en Europa.
Kamala Harris ha perdido en la Norteamérica profunda desindustrializada, frustrada tras cuatro años de una empobrecedora inflación, causada por ese gobierno del que ella es Vicepresidente
Harris a perdido a esa clase media desesperada, por una inmigración masiva y descontrolada que ha laminado sus sueldos y ha generado inseguridad en los barrios; por eso muchos hispanos le han dado la espalda a la candidata demócrata.
También los afroamericanos en Georgia por ejemplo e incluso en el Bronx de New York, el voto femenino condicionado por el discurso de genero y abortista de Harris, se ha decantado al final por un Trump que quiere impulsar el SUEÑO AMERICANO, ensalzando los valores del hogar, el trabajo y la educación cristiana, mientras promete tolerancia cero contra la inseguridad y el narcotráfico.
Va a ser una época dorada para Estados Unidos, ha prometido Donald Trump en su primer discurso en Florida: “Hemos unido a ciudadanos de diferentes orígenes, en torno a un núcleo común de sentido común. Los republicanos somos el partido del sentido común. Queremos fronteras, queremos seguridad, queremos que todo esté tranquilo y seguro. Queremos una educación de calidad. Queremos unas Fuerzas Armadas poderosas, idealmente no tendremos que usarlas. Durante mis 4 años no hubo guerras”
Lagrimas progres de los europeos e hispanoamericanos abducidos por el socialismo. Sorpresa y lamentos del periodismo de los grandes medios y diarios prostituidos con las agendas progres. Estupefacción entre estudiantes y profesores en los campos públicos, abducidos por la secta Woke y la pijeria de multimillonarios artistas y actores que habían apoyado a Kamala, “temblad, solo habrá que tirar del hilo para conocer esos esqueletos que guardáis en el armario.”
Taylor Swift, Barb Stayon, Cher, Miley Cyrus, Tom Hanks, Robert de Niro, Susan Sarandon, a ver si tienen coraje para salir de Estados Unidos como prometieron, si ganaba Trump.
Ojalá esa máquina de envenenamiento de conciencias en que se convirtió Hollywood se reforme hacia los verdaderos valores que fundamentan una sociedad civilizada.
En los mercados financieros sube el dólar, los futuros sobre el S&P y el bitcoin.
El bitcoin ha superado su récord histórico ante la perspectiva de que Trump convierta a Estados Unidos en el principal centro Mundial de la industria cripto, con un bitcoin que serviría como reserva junto con el oro para apuntalar al dólar.
Queridos amigos, con Trump, ha ganado la sensatez y los valores de libertad, familia, derecho a la vida, amor a la patria. Ha ganado el derecho a la propiedad privada; y si también ha triunfado un discurso pacifista que Las Guerras las hagan otros, dice Trump.
El pantano de Ucrania terminara el año que viene, el conflicto del medio oriente acabara asfixiando al régimen de los Ayatolas, se vienen sanciones duras contra esa tiranía islámica. Coexistencia pacífica con China.
El repugnante Cártel de Puebla, tendrá que buscarse refugio, los hediondos regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua tienen los días contados; a Maduro, Diaz Canel, Ortega y a otros Sápatras se les viene un infierno.
Amlo y Sheinbaum, Petro y Boric, prepárense que los gringos les van a reventar su socialismo siglo XXI, mientras se abre paso a ese modelo de sociedad libre que impulsan tres hombres en las Américas.
Nayib Bukele en El Salvador, Javier Milei en Argentina y desde el 20 de enero, cuando asuma como presidente, Donald Trump en los Estados Unidos.
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