Por: Mauricio Morales Moreno
En el siglo XXI, el mundo está experimentando un cambio significativo en el panorama geopolítico y económico. Las naciones pequeñas y súper desarrolladas están emergiendo como líderes en diversos aspectos, superando a las naciones grandes en áreas clave como salud, educación, seguridad, tecnología y administración pública.
Este fenómeno se debe a varios factores, incluyendo los efectos lógicos de varias décadas de globalización económica, la innovación tecnológica y la adaptabilidad de las economías pequeñas. Los países pequeños pueden responder rápidamente a los cambios en el mercado y adaptarse a las nuevas tecnologías, lo que les permite mantener una ventaja competitiva.
El ejemplo de China ( La excepción que confirma la regla, en vez de desmentirla)
China es un caso emblemático de cómo el capitalismo puede impulsar el crecimiento económico y el desarrollo. Después de décadas de socialismo, China adoptó políticas económicas más liberales y abiertas, lo que permitió al país salir del atraso y convertirse en una potencia económica global.
Sin embargo, es importante destacar que China no fue la primera en experimentar este desarrollo. Ya que en la posguerra surgieron espectacularmente Taiwán, Singapur, Japón, Corea del Sur, e incluso las actuales Hong Kong y Macao que regresaron a ser parte de China, pero que ya habían logrado un desarrollo significativo mucho antes que la República Popular.
¿Por qué? La respuesta radica en la ventaja competitiva que ofrecen las naciones pequeñas.
Es indudable que éstas son más fáciles de administrar que las grandes, lo que les da una ventaja competitiva en términos de gerencia tanto en el sector público como en el privado. Esto se debe a varios factores:
- Mayor flexibilidad y adaptabilidad
- Menos burocracia y regulaciones
- Mayor coordinación y cooperación entre sectores
- Mayor inversión en educación y tecnología
- Mayor eficiencia en la asignación de recursos
Estas ventajas permiten a las naciones pequeñas responder rápidamente a los cambios en el mercado y adaptarse a las nuevas tecnologías, lo que les permite mantener una ventaja competitiva.
Lecciones para América Latina
América Latina puede aprender de la experiencia de China y otras naciones pequeñas y súper desarrolladas. Algunas lecciones clave incluyen:
1. Apertura económica
2. Inversión en educación
3. Inversión en tecnología
4. Gobierno eficiente
5. Flexibilidad y adaptabilidad
Pero sobre todo, las naciones latinoamericanas especialmente las de mayor tamaño y población como Brasil, México, Argentina y Colombia están llamadas a implementar y a fortalecer modelos de desarrollo local, de aumentar la autonomía regional al interior de los países, así podrán destacarse regiones enteras como el caso de Santa Cruz en Bolivia, el interior de Argentina, Recife en Brasil, Antioquia en Colombia, entre otras muchas, las cuales podrían experimentar un desarrollo análogo a las pequeñas naciones desarrolladas del mundo especialmente las denominadas tigres asiáticos, Suiza, Liechtenstein, el Benelux en Europa, o las dos naciones más importantes de Oceanía: Australia y Nueva Zelanda, que por su tamaño poblacional también harían parte de este segmento de las Naciones pequeñas.
En conclusión, el siglo XXI es el siglo de las naciones pequeñas y súper desarrolladas. La experiencia de China y otras naciones muestra que el capitalismo y la apertura económica pueden ser clave para el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, la ventaja competitiva de las naciones pequeñas no debe ser subestimada. América Latina puede aprender de estas lecciones y adaptarse a las nuevas realidades económicas y tecnológicas.
Mauricio Morales Moreno Politólogo Unalmed, con estudios en Gerencia Integral
Referencias:
- Banco Mundial. (2022). Informe sobre el desarrollo mundial.
- The Economist. (2022). The rise of the small giants.
- Forbes. (2022). The world's most innovative countries.
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